El pistoletazo de salida a los trials estadounidenses para el Mundial no ha podido ser más espectacular. Cuatro pruebas con casi todas las estrellas, con especial mención para las finales de los 100m libres -sobre todo la masculina-, en las que brillaron Missy Franklin y Nathan Adrian.
Si las Arena Grand Prix Series son el “torneo regular” de la natación estadounidense, en el que casi todos los nadadores se van probando a lo largo de la temporada, los Campeonatos Nacionales son el todo o nada a una sola carta, y más si en ellos está en juego la clasificación para un Mundial o unos Juegos Olímpicos, como en esta ocasión.
El escenario es inmejorable, el Natatorium Centre de Indianápolis, con gradas a ambos lados y una iluminación perfecta es como un gran teatro, no en vano son muchos los grandes eventos que en él se han celebrado. Como novedad se ha introducido en esta ocasión un podio en forma de escalera con ocho peldaños, en el que se sienten protagonistas todos los participantes de cada final.
En este primer día han nadado la mayoría de las estrellas que acuden a Indianápolis con la intención de lograr su billete para Barcelona. Para lograrlo debía, por lo pronto, lograrsituarse entre los dos primeros de la final correspondiente, aunque sólo en los 100 y 200 libres ser segunda te clasifica directamente para el Mundial. En el resto hay que ser primero o esperar a la formación completa del equipo.
Las dos primeras finales en disputarse fueron las de los 800 y 1.500 metros, dos horas antes de las demás. El formato es distinto, ya que la larga distancia se suele ordenar en series de menor a mayor velocidad de sus participantes, por lo que quedaron para el final las dos mejores –que esta vez se disputaron al final de la jornada-, en las que tomaron parte Katie Ledecky, Becca Mann y Chloe Sutton por un lado y Connor Jaegerpor el otro.
La plaza para Ledecky y Jaeger se daba por hecha, y así fue, aunque Ledecky (8:22.41) tuvo que sudar bastante para dejar atrás a Sutton, que se enganchó a su “rueda” y fue siguiéndola de cerca durante los 800 metros. Casi le alcanzó en el último largo, pero sólo casi.
Jaeger sí que ganó con suficiencia (14:53.34), sin forzar demasiado y situándose como uno de los favoritos a tocar oro en el Mundial.
La final masculina de los 200m mariposa, la primera de unos Campeonatos Nacionales de la era post Michael Phelps, se presentó como un duelo entre Bobby Bollier –que consiguió el mejor tiempo en las eliminatorias-, Tyler Clary como estrella consagrada y el campeón de la NCAA, Tom Shields. Sin embargo, fue el que poca gente esperaba, el universitario Tom Luchsinger (1:55.57) el que se llevó el gato al agua y ganó, llevándose una plaza para el Mundial. Tyler Clary fue segundo gracias a su gran sprint final, por lo que tendrá que esperar a que se componga definitivamente el equipo mientras que Tom Shields, sin opciones, fue de más a menos, y tras una gran salida terminó tercero.
Camille Adams (2:08.10) y Maya Dirado (2:09.12) fueron primera y segundarespecticamente por la parte femenina, en una final que perdió desde el principio Becca Mann. Tras una horrible salida la nadadora de sólo 15 años trató de remontar sin éxito durante toda la prueba.
Sin desmerecer a las demás finales, la de los 100 metros libres masculinos centró toda la expectación. La línea de salida es probablemente la más espectacular hasta que se celebre la final del Mundial: Nathan Adrian, Anthony Ervin, Matt Grevers, Ricky Berens, Jimmy Feigen, Ryan Lochte, Conor Dwyer y Caeleb Dressel. Siete medallistas olímpicos en una sola piscina. Difícil reunir más calidad, de hecho la foto de los ocho finalistas en el podio colectivo quedará para el recuerdo.
Pero si nos centramos en los hechos, fue una final disputada, que comenzó dominando con cierta solvencia Anthony Ervin, que suele sufrir en los segundos cincuenta metros. No fue menos en esta ocasión y fue perdiendo velocidad hasta quedar tercero tras Nathan Adrian (48.10) y Jimmy Feigen. Adrian se queda a dos centésimas de su mejor marca este año, estableciendo un nuevo récord del evento.
Deberá mejorar si quiere batir a James Magnussen, que llegó a rebajar el crono hasta los 47.53 en abril. Por parte de Ervin, seguramente apueste fuera por los 50 libres como prueba en la que conseguir un nuevo billete para el Mundial a sus 32 años.
En la final femenina no vibró menos el público, en particular con la hazaña de Missy Franklin (53.43), que remontó en los últimos metros desde la tercera posición, superando a Megan Romano y a Shannon Vreeland. Su primer puesto le acredita como mundialista, junto a Vreeland, y le deja además como poseedora de la segunda mejor marca mundial del año.
Mañana se disputarán –eliminatorias a las 15.00 y finales a la medianoche-: 200m libres, 200m braza, 200m espalda y 50m mariposa